Estoy estudiando magisterio ("recorta, pinta y colorea" para la mayoría de los estudiantes de otras carreras).
Es verdad que estoy de acuerdo en que es una carrera que no tiene la complicación que puede tener medicina, por ejemplo, pero todo va acorde con la utilidad que se le va a dar: no es lo mismo guiar la educación de un niño que diagnosticar una enfermedad en una persona, sin olvidar la importancia de la educación. Por ello, he de decir que ya no se tiene el mismo respeto a los profesores y su función está muy devaluada en la sociedad.
Hace unos días, estuvimos comentando un texto en la asignatura de didáctica de la expresión musical en el que la autora refleja su importancia, como profesora de música en un colegio, ante la problemática que encuentra a la hora de desempeñar su labor docente, ya no solo como maestra, sino como especialista de música. Y es que la música no se ve como una asignatura, sino como una hora lectiva dedicada a la "diversión" en el mejor de los casos o una "pérdida de tiempo" en el peor de ellos. A los docentes especialistas (futuros docentes en nuestro caso) en música nos ven como los profesores "juglares", "alegres", "amenos" y que se tienen que encargar de todas las actividades relacionadas con fiestas, actuaciones, etc. del colegio, pero pienso, al igual que la autora del texto que bastante hay ya con dar clase a niños que piensan que es una hora en la que no se hace nada, solo tocar la flauta a modo de descanso, como para ver la opinión de algunos padres y la sociedad en su conjunto, que dejará mucho que desear.
Esto me hace pensar que hace falta un poquito de apoyo a los docentes para que lleve a un leve cambio en la sociedad ya que la música es la base de la mayoría de las enseñanzas.
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