¿Quién no recuerda alguna actuación musical en la que ya de pequeños se nos introducía en el mundo de la música? Algunos recuerdos son de cuando teníamos que bailar coreografías con nuestros compañeros de clase, otros son de cuando teníamos que “interpretar” villancicos o cualquier otra obra musical que nos decía nuestros queridos "profes" de música.
Y nuestras caras de felicidad cuando nos subíamos al escenario, y una vez allí cómo nos lo pasábamos hasta que nos bajábamos del escenario (algunos incluso, se les tenía que obligar a bajar de él). Qué buenos recuerdos, os preguntaréis que porqué escribo sobre los recuerdos y no sobre lo que podremos hacer en los colegios nosotros, pues bien, os lo voy a relacionar:
Al igual que nosotros recordamos con más o menos alegría aquellos primeros momentos en los que la música hacía mella en nosotros, nosotros tendremos en un futuro la posibilidad de “marcar” a nuestros alumnos e iniciarlos en este mundo e incluso, quién sabe, descubrir a algún que otro genio musical dormido.
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